Los soldados e

stán acostumbrados a enfrentarse a situaciones difíciles, pero pocos se habrán encontrado con una cobra real (Ophiophagus hannah), considerada la serpiente venenosa más grande del mundo y también una de las más mortales. En Malasia, un militar se enfrentó al temido animal, aunque con una ventaja: el punto débil de esta serpiente es que nunca ataca a los humanos sin avisar. Eso sí, la cobra real puede inocular hasta 7 ml de neurotoxina al morder, una cantidad que podría matar a un elefante.

Las imágenes cortan la respiración. Muestran al soldado reaccionando de forma tranquila cuando se encuentra con la cobra real. Primero espera que la serpiente ataque y, al ver que no lo hace, coloca una mano sobre su cabeza y acaba bajándola al suelo para dominarla.