San Lorenzo cayó 2 a 0 con Independiente del Valle

Los de Rubén Darío Insúa fueron superados durante toda la noche y quedaron complicados en el Grupo F.

San Lorenzo jugó mal, fue superado y cayó 2 a 0 ante Independiente del Valle en la segunda jornada del Grupo F de la Copa CONMEBOL Libertadores. Con goles de Sornoza y Páez, el equipo ecuatoriano dominó el jugado toda la noche y ganó con comodidad el duelo.

Era una parada complicada para el equipo de Rubén Darío Insúa. Segundo en la liga ecuatoriana, con una racha de 10 partidos sin perder y con el peso de la altura, Independiente del Valle era un duro escollo que el Ciclón debía superar para hacerse fuerte en un grupo muy difícil. 

Y la velada empezó pareja, más peleada que jugada, hasta que a los 10 minutos de juego Braida tocó el pie de apoyo de la joya del fútbol de Ecuador, Kendry Páez, y allí comenzó otro partido. Junior Sornoza no falló y, con el marcador a su favor, Independiente del Valle fue por todo.

La lucha de San Lorenzo duró un suspiro. Los intentos de Giay y los desbordes de Leguizamón se esfumaron en pocos minutos y el juego volvió a ser dominado por el equipo de Javier Gandolfi.

Apostando a un contraataque, los de Insúa esperaron demasiado retrasados, con cinco defensores que tampoco deban solidez en el fondo. Del otro lado, Páez e Ibarra desbordaban por las bandas y Sornoza manejaba los tiempos. Ni siquiera el desgarro del 10 hizo mermar el dominio de Independiente del Valle. En su lugar entró Yaimar Medina, que fue clave para que los locales convirtieran el segundo tanto. 

2 a 0 terminó la primera parte y la ilusión en el Bajo Flores estaba por el suelo. Para la segunda mitad entraron Sánchez y Herazo, pero la historia siguió por el mismo camino. Independiente del Valle manejaba la pelota y controlaba las emociones del partido. Cuando el local aceleraba, arrinconaba al Ciclón contra su arco. 

La más clara del equipo argentino llegó a los 20, con un gran centro de Leguizamón, de tiro libre, que Herazo no pudo cabecear con firmeza. Segundos antes, Kendry Páez, el joven de 16 años que ya está vendido al Chelsea, había sacudido el palo izquierdo de Altamirano tras una gran jugada. 

Un rato después, Altamirano volvió a protagonizar un cruce con Páez, con un remate del volante que fue potente pero no bien direccionado y el arquero logró contener. Cansado y sin ideas, San Lorenzo padeció el partido hasta el pitazo final.

Para el futuro queda la obligación de vencer a Liverpool en Uruguay y al equipo ecuatoriano en el Bajo Flores. Y así podría quedar atrás el mal trago de la noche de Quito.