Sube el dólar en el mundo: ¿cómo afectará a la Argentina?

En 2022 moneda norteamericana se aprecia frente a las principales divisas del mundo y alcanza sus máximos en 20 años; efectos positivos y negativos de este movimiento sobre la economía nacional

El sendero de alza de tasas de interés en los EEUU, como remedio para reducir la inflación más alta en cuatro décadas, tiene una consecuencia colateral que es la de la apreciación global del dólar, hoy en su precio relativo más alto en 20 años.

Quiere decir que el billete norteamericano no solo sube el la Argentina, por el preocupante fenómeno doméstico de una escalada inflacionaria sin precedentes desde 1991, sino que aunque de manera moderada este efecto también se advierte en economías centrales, pues la moneda norteamericana se encarece frente al euro, la libra esterlina y el yen japonés, entre otros.

¿Cuáles son las consecuencias para la Argentina? Aunque en materia económica y financiera la Argentina está “caída del mapa”, no logra escapar de los efectos de un dólar más fuerte.

1) Baja en las reservas. Las reservas internacionales del Banco Central de Argentina , algo inferiores a los USD 37.000 millones, están integradas por dólares y también por otros activos, como el oro, euros y casi la mitad del monto bruto son yuanes prestados por el Banco Popular de China a través del “swap” o intercambio de monedas. El stock, que se mide en dólares, cae cuando se deprecian los otros activos medidos en moneda norteamericana.

2) Variación de precios internacionales. Los principales productos de exportación de la Argentina están ligados al agro. Soja, trigo, maíz en grano, así como los derivados industriales de los mismos, tienen fijación de precios en dólares en el Mercado de Chicago. El 40% de las exportaciones argentinas están ligadas al campo y el país es el principal proveedor mundial de harina y aceite de soja; el tercero de poroto de soja y maíz, y el sexto de trigo. Los precios de los commodities dependen de la oferta -por ejemplo, una sequía hace subir los precios- y la demanda, pero como cotizan en dólares, si el billete se aprecia, disminuye el valor del producto exportable medido en esa moneda.

3) Peso de la deuda. Dos terceras partes de la deuda pública argentina está nominada en dólares. El total de deuda soberana alcanzaba en julio los USD 380.760 millones; de ese total, el 69% está emitido en moneda dura. Con un escenario de suba de tasas de interés en el mundo y apreciación del dólar, al próximo gobierno le va a resultar muy dificultoso renovar los vencimientos y reducir el riesgo país a niveles accesibles para obtener financiamiento en los mercados voluntarios. En términos similares, también le crea una complicación adicional a las empresas privadas que deben afrontar vencimientos o colocar Obligaciones Negociables en el exterior.

4) Efecto positivo para el ahorro. Una consecuencia no prevista pero positiva para los argentinos es la apreciación de sus ahorros, habida cuenta que en el sistema financiero local hay depósitos privados en efectivo por unos USD 14.600 millones, mientras que tenencias por otros USD 225.000 millones se encuentran fuera del radar del sistema -en cajas de seguridad, en el “colchón” o depositados en el exterior-. Son casi USD 240.000 millones en “cash” cuyo valor de compra crece en el exterior, a excepción de EEUU.