Vuelve a subir el precio de la carne

En el Gobierno reconocen que los datos del mes “no traen buenas noticias”. Se quebró en enero la de estabilidad en el mercado de hacienda y en la semana se anotaron subas de hasta 18% por la menor oferta de ganado. Impactará en el IPC de este mes y también de febrero.

Tal vez un poco antes que lo esperado, el sendero de estabilización de la inflación, primero hacia 4% y luego hacia 3% a partir de abril, según predijo el ministro de Economía, Sergio Massa, encontró en enero un escollo insalvable: tras meses de estabilidad, el precio de la carne pegó un salto en las últimas semanas y amenaza con recalentar el precio de los alimentos.

Tras acumular un aumento de 5% en enero hasta la semana pasada, en las últimas jornadas se produjo un verdadero cimbronazo con subas entre 17% y 18% al cierre de ayer respecto de los valores pagados la semana anterior. El impacto de estos aumentos, impulsados por una menor oferta en el Mercado de Cañuelas (ex Liniers), puede resultar letal para el plan de reducción gradual de la inflación.

Es sabido, la categoría alimentos y bebidas es la que más peso tiene en la construcción del índice de inflación (24%) y, dentro de ella, el precio de la carne es el que mayor incidencia tiene. Por eso, su impacto directo en la evolución promedio de los precios de la economía es preponderante. Según se desprende de la información del INDEC, cada 10% que sube el precio de la carne, el impacto en la inflación es de 0,7% en el GBA o de 1,3% en el norte del país. En promedio, cada 10 puntos porcentuales de aumento en los valores de la carnicería, la inflación acusa 1 punto de suba. “El traspaso a precios no será tan lineal porque se hace un promedio del mes pero con un aumento mayor a 20%, ya el IPC del Gran Buenos Aires tiene un aporte de 1,4%”, sostuvo el economista Amílcar Collante.

Con ese impacto, las posibilidades de que la inflación de enero se ubique por debajo de la de diciembre son prácticamente inexistentes. De hecho, no sólo las mediciones privadas la ubican entre 5,5% y 6% sino que en el propio equipo económico admiten que los datos preliminares con los que cuentan “no traen buenas noticias”. Agregan un detalle clave: es otra vez la categoría alimentos la que vuelve a empujar al índice. Ya el mes pasado, ese rubro habría experimentado un avance de 4,7%, lo marcó todo un retroceso cuando el mes anterior el registro se había ubicado en 3,5%, alimentando las expectativas de una tendencia a la desaceleración. Dos meses más tarde, los números vuelven a marcar una realidad distinta y ahora el Gobierno vuelve a apostar todo a los acuerdos que por estos días teje el secretario de Comercio, Matías Tombolini, para sostener el programa Precios Justos.