Los europeos cambian hábitos por la inflación

Su impacto se percibe en todos los ámbitos del consumo, aunque los efectos son más graves en la energía. Los expertos creen que la situación se moderará en la segunda mitad del año, pero todo apunta a que los precios continuarán altos por la ralentización económica o incluso recesión, de la que cada vez se habla más.

La inflación era un fenómeno extraño en Europa desde hacía décadas, al punto de que los más jóvenes ni siquiera la habían conocido, pero su impacto está siendo fuerte en las familias y se percibe ya en todos los ámbitos del consumo, aunque es en el sector de la energía donde los efectos están siendo más graves.

En España el índice de precios de consumo (IPC) trepó hasta un 10,2% interanual en junio, la cifra más alta desde 1985 y por encima de la media de la eurozona (8,6%).

Y todo apunta a que los precios continuarán altos, aunque los expertos creen que se moderarán en la segunda mitad del año, si bien no necesariamente por buenas noticias, sino por la ralentización económica o incluso recesión de la que cada vez se habla más.

“Claro que he cambiado mis hábitos”, explica a Télam Elvira Gutiérrez, una jubilada de 67 años que vive sola y que recientemente comenzó a hacer cuentas todos los meses, algo que hasta ahora no era necesario porque ya sabía lo que podía o no gastar en base a su jubilación, que se mantenía estable mes a mes.

Eso cambió, porque por ejemplo su desembolso en nafta aumentó de 60 a 90 euros mensuales, así como lo que gasta en el supermercado, donde como muchos otros españoles dejó de comprar algunas marcas para elegir las más baratas.

También redujo la cantidad de veces que pone el lavarropas, lo hace de noche, cuando la luz cuesta menos, e incluso mira la hora para cocinar, ya que en España lo más habitual es tener cocinas eléctricas.

“El aumento no es que sea bestial, pero lo notas. Compro mucho más cuidadosamente e intento ahorrar con la luz”, explica.

El tema de la electricidad es de hecho trending topic en Españadesde hace meses, con un gran debate social en torno al sistema marginalista de fijación de precios que se aplica a nivel europeo y que unos demonizan y otros defienden.

Como las tarifas van variando a lo largo del día por la oferta y la demanda, en los medios de comunicación como la radio pública es habitual que se adelante cuáles van a ser las horas en que la luz será más barata para aprovechar a planchar o poner el lavarropas, aunque sea a las 4 de la mañana