Los zapatos gigantes creados para mantener la distancia social

Los zapatos son de un número normal en la parte posterior en la que debe de meter el pie el cliente.

El zapatero rumano Grigori Lup tuvo que despedir a sus diez trabajadores después de que se interrumpieran bruscamente los encargos. “De repente, la gente dejó de entrar a mi negocio”, cuenta el zapatero a Efe desde su taller en la ciudad de Cluj.

Fue entonces cuando tuvo una idea para poder seguir activo durante la crisis. “Nadie respetaba la distancia social y pensé: voy a hacer tres pares de estos zapatos, los pondré por internet y los llamaré zapatos de distanciamiento social para llamar la atención”, explica Lup, que reconoce que al principio fue todo “una especie de broma”. Y así empezó a hacer estos zapatos gigantes que garantizan a quien los lleva que nadie se acerque más de lo necesario.

Como todos los que produce en su taller, estos zapatos de apariencia estrafalaria están hechos a mano y son de piel natural.

Los zapatos son de un número normal en la parte posterior en la que debe de meter el pie el cliente. Lo excepcional viene cuando terminan los dedos, donde empieza una punta rellena de un material ligero, como la suela, que equivaldría a un número 75 de pie.