Maestros y padres tomaron una escuela en Salta 

A la Escuela 4602 del paraje La Esperanza asisten 52 chicos que no tienen agua potable hace años. Desde el Ministerio de Educación de la provincia les prometieron la construcción de un pozo que nunca llegó.

Un grupo de maestros y padres tomaron la Escuela 4602, Pedro Alfonso Tejerina, ubicada en el paraje La Esperanza, en Salta, en reclamo porque la institución no tiene agua potable pese a que han solicitado la construcción de un pozo durante años. Además, denunciaron que el colegio tenía asignado 18 millones de pesos para refacciones pero nunca llegaron. La mamá de uno de los alumnos habló en exclusiva con Crónica.com.ar y brindó detalles de las condiciones en que se encuentran.

La situación es desesperante, 52 niños wichí y criollos no tienen agua para beber ni para higienizarse. Los baños no funcionan y tanto los chicos como los docentes deben convivir con los olores nauseabundos.

La toma se inició el 18 de agosto cuando la situación llegó a un límite indignante. Los maestros fueron obligados a dar clases normalmente pese a que solo contaban con un tacho de agua que todos utilizaban para higienizarse y del cual muchos chicos bebían.

Magdalena Jaimes, mamá de uno de los alumnos, contó que los baños de la escuela albergue no funcionan por falta de agua y los niños “deben comer en medio del olor”. “Se contamina todo porque no tienen agua para higienizar las cosas ni a ellos mismos”, añadió.

“No hay pozo de agua. Solo un pozo que tiene el agua muy salada y no sirve. Desde el año pasado que nos están mintiendo. Nos pidieron una nota para gestionar el pozo y nada. Están jugando con la necesidad de los niños. Seguimos esperando que aparezca algún funcionario”, señaló.

Según informaron los padres que tomaron la institución, Oscar Cruz es el supervisor de la zona asignado por el Ministerio de Educación de Salta. Visitó el colegio varias veces y les prometió la construcción de un pozo de agua potable, pero nunca ocurrió.

“El año pasado en septiembre tomamos la escuela, el supervisor se acercó y nos dijo que ya vendrían con la maquinaria a hacer el pozo, que estaría listo para el comienzo de clases”, cuenta Magdalena. Sin embargo, la obra nunca se hizo.

“Que vengan a ver el estado de la escuela. Es lamentable lo que se sufre, con el calor no tienen ni agua para bañarse. Los quieren obligar a los maestros a que den clases con un tacho de agua”, detalla la mamá de uno de los chicos que asisten al colegio.